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» La vehemencia del trazo, la audacia, el desgarro y la potencia del color, te impregna de sensaciones, invitándote a focalizar tu atención. Permitiéndote de este modo vislumbrar la imagen que aflora a través del aparente caos, consiguiendo delimitar las formas en tu mente. Los potentes tonos y pinceladas no te dejan indiferentes, sino que por el contrario, generan un gran impacto, logrando despertar en ti profundas emociones ocultas».